Beneficios del consumo de huevos para los más pequeños

El huevo es, sin duda, uno de los alimentos más nutritivos y saludables que existen. Su alto valor nutricional y la variedad de beneficios que sus componentes aportan tanto a la salud física como al desarrollo cognitivo lo convierten en un alimento clave en la dieta infantil. Un solo huevo contiene 14 nutrientes esenciales en cantidades significativas, entre otros, vitaminas y minerales, con muy pocas calorías, lo que lo hace ideal para los más pequeños.

Un alimento clave para el crecimiento 

En momentos de crecimiento y desarrollo como son la infancia y la adolescencia es muy importante contar con una dieta equilibrada y completa que incluya alimentos con alta densidad nutricional, esenciales para cubrir las elevadas demandas del organismo. Es importante recordar que los huevos tienen una alta densidad nutricional y algunos de sus componentes, como el fósforo, el hierro, la vitamina D y las proteínas contribuyen al crecimiento y al desarrollo físico y cognitivo, y también al funcionamiento del sistema inmunitario de los niños.  

La elevada actividad física característica en esta edad requiere tener cubiertas las necesidades de nutrientes que favorecen el crecimiento y desarrollo infantil. Estas son las funciones de algunos de los más importantes:

– Proteínas: Las proteínas del huevo son de la mayor calidad biológica, fundamentales para el crecimiento y el desarrollo normales de los huesos en los niños.

– Vitamina D: La vitamina D es necesaria para el crecimiento y el desarrollo normales de los huesos en los niños, y también contribuye al buen funcionamiento de su sistema inmunitario.

– Minerales: El fósforo es necesario para el crecimiento y el desarrollo normales de los huesos en los niños. Y el hierro contribuye al desarrollo cognitivo normal de los niños.

Estos nutrientes, junto con algunos otros esenciales para la dieta y la salud que aporta igualmente el huevo, ofrecen múltiples beneficios para la salud de los niños.

El huevo en la dieta infantil

Durante mucho tiempo se ha recomendado introducir el huevo en la dieta infantil a partir del primer año de edad, principalmente con el argumento de evitar el riesgo de desarrollar alergias a este alimento. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que la introducción temprana del huevo, a partir de los 6 meses de edad, como parte de la alimentación complementaria, puede reducir el riesgo de alergia alimentaria al huevo, por lo que esta es la recomendación actual de los pediatras.

La cantidad de huevo que se recomienda consumir en los primeros años varía según la edad, el conjunto de la dieta y las necesidades nutricionales de cada niño. 

El huevo es uno de los alimentos más versátiles en la cocina y puede prepararse de muchas maneras diferentes, por lo que es fácil incluirlo en la dieta de los pequeños en distintos platos o momentos del día. En general, los platos con huevo son bien tolerados por la mayoría de los niños y siempre hay opciones que les gustan (en tortilla, frito o en natillas, entre otros). Por eso son una excelente opción para incluir en los menús, incluso para los niños con poco apetito.