¿Por qué el huevo ayuda a combatir la malnutrición y el hambre en el mundo?
El huevo es uno de los alimentos más completos, además de estar disponible y formar parte de la cultura gastronómica de todos los países. Por ello es de interés en la lucha contra el hambre y la malnutrición a nivel mundial. Su densidad nutricional, bajo impacto ambiental, facilidad de conservación y preparación y accesibilidad económica lo convierten en un alimento de referencia para afrontar los desafíos globales relacionados con la seguridad alimentaria y la sostenibilidad
El huevo contiene cantidades relevantes de proteínas de alta calidad y de otros 13 nutrientes esenciales (vitaminas D, B12, A, y E, biotina, ácido pantoténico, riboflavina, niacina, ácido fólico, hierro, fósforo, zinc y selenio). Por ello es un alimento que se incluye en las guías dietéticas para la población de todos los países.
En España, la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) indica que el embarazo, la lactancia y la anorexia asociada al envejecimiento son situaciones con una demanda nutricional elevada. El consumo de huevos es muy recomendable en estas etapas de la vida por su alto aporte nutricional y su facilidad de consumo.
Los huevos son asequibles y muy versátiles, lo que permite incorporarlos en dietas saludables y económicas. Están presentes, además, en la gastronomía tradicional de todos los países del mundo.
Un enfoque sostenible
Desde la perspectiva ambiental, el huevo es también un alimento con un impacto medioambiental relativamente bajo en comparación con otros alimentos proteicos de origen animal. Los avances en la eficiencia productiva de las gallinas modernas y en la aplicación de las mejores técnicas disponibles en las granjas contribuyen a reducir cada vez más su impacto ambiental, consolidando los huevos como un ingrediente básico en las dietas para alimentar a una población mundial en crecimiento.
El sector productor de huevos, por ello, está comprometido activamente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, puesto que sus prácticas respetan el medio ambiente y fomentan la sostenibilidad de los sistemas alimentarios.
Estos son los principales Objetivos de Desarrollo Sostenible a los que el sector del huevo contribuye:
Hambre Cero:
Los huevos son una fuente accesible de proteínas de alta calidad, esenciales para combatir la malnutrición, especialmente en países de bajos ingresos.
Buena salud y bienestar:
El huevo aporta cantidades relevantes de vitaminas, como la D y la B12, además de proteínas de alta calidad y minerales necesarios para nuestras funciones metabólicas, que ayudan al mantenimiento de la salud física y cognitiva.
Educación de calidad:
Varios nutrientes del huevo ayudan a mantener la función psicológica y cognitiva, así como el rendimiento intelectual normal. Por eso los huevos favorecen el aprendizaje en los niños.
Trabajo decente y crecimiento económico:
La producción de huevos es una fuente importante de ingresos para familias rurales, especialmente en países de bajo nivel de renta. Muchas mujeres dependen de esta actividad para alimentar a sus familias y financiar la educación de sus hijos, promoviendo la igualdad de género y el desarrollo comunitario.
Producción y consumo responsable:
El sector del huevo europeo está comprometido con la producción sostenible, por ejemplo, usando energías renovables y las mejores técnicas disponibles para reducir progresivamente el impacto ambiental. Además, su facilidad de conservación, preparación y uso favorecen el mínimo desperdicio. Por eso, los huevos son una opción sostenible para una dieta equilibrada y respetuosa con el medio ambiente.
Acción por el clima:
Las mejoras en la eficiencia productiva de las aves han reducido significativamente la huella ambiental de los huevos, con disminuciones muy importantes en las emisiones de gases de efecto invernadero en las últimas décadas.
Asociaciones para los objetivos:
Los operadores del sector colaboran con los profesionales sanitarios y las administraciones públicas para avanzar en prácticas sostenibles y eficientes, con estrategias como “Una sola salud”, por ejemplo, que protege la salud pública y la sanidad animal, además de la seguridad alimentaria (en sus dos sentidos). Así fortalecen su compromiso global con los ODS.
Un pilar en la seguridad alimentaria global
El concepto de seguridad alimentaria implica acceso físico y económico a alimentos nutritivos, y se alinea perfectamente con las características del huevo. Su alta disponibilidad, accesibilidad y valor nutritivo hacen que sea en un alimento básico para combatir el hambre y la malnutrición, especialmente en poblaciones con recursos limitados.
Su versatilidad culinaria y baja generación de desperdicios, además, refuerzan su valor como alimento clave para un sistema alimentario global más eficiente. Es fácil de producir, de conservar y de cocinar y se adapta a numerosas recetas tradicionales. En España, por ejemplo, su uso habitual en tortillas y huevos revueltos, en croquetas, rebozados, ensaladas o sopas, además de en repostería, hacen del huevo un indispensable en platos que permiten aprovechar sobrantes y reducir el desperdicio alimentario.
Recuerda: cuando incluyes huevo europeo en tu dieta, eliges un alimento saludable, sostenible y lleno de beneficios nutricionales. Además de cuidar de tu salud, apoyas un sistema alimentario responsable y un modelo de producción respetuoso contigo, con los animales y con el planeta.