Seguridad alimentaria: cómo conservar correctamente los huevos en verano
Todos esperamos con ansias la llegada del verano. El buen clima, las vacaciones y las comidas al aire libre hacen que muchos apostemos por pasar más tiempo en la cocina y preparar recetas frescas con uno de los alimentos más saludables: el huevo. Pero, ¿sabes cómo debemos conservar y manipular los huevos en verano para que sean seguros?
Con el verano y las altas temperaturas, el huevo – ese ingrediente tan nutritivo y que resulta básico en numerosas recetas – puede convertirse en un riesgo para la salud si no lo conservamos con higiene. Para evitarlo y preparar platos saludables durante todo el año, solo hay que seguir unos sencillos consejos.
En primer lugar, es importante comprar huevos correctamente etiquetados e identificados. Los huevos llevan en su envase información obligatoria que nos permite saber cuál es su fecha de consumo preferente (como máximo, debe ser 28 días después de la de puesta). Esta información no es obligatorio que vaya también en la cáscara, aunque sí debemos confirmar que los huevos estén marcados con el código del productor en la cáscara. Los huevos frescos deben tener la cáscara intacta y limpia. Y debemos evitar que al transportarlos reciban golpes y queden expuestos al sol.
¿Lavar los huevos antes de meterlos al frigorífico?
Puede parecer una buena idea lavar los huevos antes de guardarlos, pero la realidad es que el agua puede eliminar la barrera protectora que protege la superficie de la cáscara y protege el interior de la entrada de bacterias. Por ello, solo se recomienda lavar los huevos justo antes de usarlos.
¿Dónde hay que guardar los huevos?
Aunque en las tiendas los huevos se conservan a temperatura ambiente, los envases del huevo tienen la recomendación de guardarlos en el frigorífico tras la compra. Lo ideal es que estén a una temperatura constante de unos 5ºC. Deben sacarse solo los que se vayan a usar cada vez, y así evitar los cambios de temperatura de frío a calor que provocan la condensación de humedad en la cáscara, lo que favorece la contaminación posterior del huevo.
¿Dónde debemos colocar los huevos dentro del frigorífico? En algunas neveras hay espacio para los huevos en la puerta, pero no es el mejor sitio para guardarlos, ya que cada vez que se abre la puerta pueden sufrir un cambio de temperatura. Por eso se recomienda dejarlos en el envase y conservarlos en una de las baldas centrales del frigorífico.
Consejos de seguridad
A la hora de preparar los platos con huevo, debemos tener en cuenta evitar el contacto de la cáscara con otros alimentos. , ya que la cáscara puede llevar bacterias en su superficie. Por ello también debemos lavarnos las manos después de manipular huevos. Al cascar los huevos, no debemos golpearlos en el borde del recipiente que vamos a utilizar para batirlos. Es preferible hacerlo en el borde de la encimera, y así evitamos que caigan fragmentos de cáscara al plato que estamos preparando.
Los huevos producidos en las granjas comerciales españolas proceden de gallinas vacunadas y controladas con frecuencia por veterinarios propios y de las autoridades competentes para asegurar la ausencia de salmonela. Pero el huevo es un alimento tan nutritivo que los microorganismos crecen con facilidad en él, si les facilitamos la entrada. La salmonela se multiplica más rápidamente con las temperaturas elevadas, y si dejamos los platos contaminados suficiente tiempo, el riesgo de que quienes los consuman sufran una toxiinfección alimentaria aumenta.
Por esa razón no debemos dejar a temperatura ambiente en verano la comida cocinada, especialmente si lleva huevo, y se recomienda consumirla lo antes posible. De no ser así, debe guardarse en el frigorífico y consumir los alimentos que no son estables a temperatura ambiente, como salsas, pasteles o tortillas, en las 24 horas tras su preparación.
