Cómo saber (de verdad) si un huevo es fresco

¿Alguna vez te has preguntado cómo saber si un huevo está fresco antes de usarlo? Es una duda muy común, pero que tiene fácil respuesta. Cada vez que te replantees si un huevo es fresco o no, sigue estos sencillos consejos que te damos a continuación. ¡Te convertirás en todo un “eggperto”!

Sumergirlo en agua no es una buena opción

Una gran parte de la población piensa que sumergiendo un huevo en agua se puede valorar su frescura, pero esto es un gran error.  Este método no solo no es fiable, sino que es un riego para la seguridad alimentaria si el huevo luego se almacena tras haberlo mojado. Un huevo mojado es un huevo que pierde su capa protectora externa, su cutícula y que puede contaminarse con más facilidad.

28 días después: La fecha de consumo preferente es tu aliado perfecto

Los envases de los huevos procedentes de granjas de la Unión Europea incluyen  cantidad de información que es ¡oro puro! Su etiquetado, aparte del sistema de cría, también indica la frescura del huevo. Recuerda este número: 28. Es el número de días tras la puesta durante los que el huevo se considera fresco. ¡Ojo, esto no quiere decir que no pueda consumirse después! Los. 28 días después de la puesta son la “Fecha de consumo preferente”, no de caducidad. Quiere decir que los huevos ya no se consideran frescos, pero aún pueden consumirse, si ha estado conservado en frío, tiene la cáscara intacta (sin fisuras ni roturas) y  y bien cocinado.

Una serie de consejos para valorar su frescura

¿Quieres valorar su frescura, pero no tienes al alcance la fecha de consumo preferente o no estás seguro de que los huevos se hayan conservado bien en tu frigorífico? Puedes cascar el huevo y observar su interior para comprobar su frescura:

– La consistencia de la clara

La clara está dividida en dos partes: una más espesa que envuelve la yema y otra más fluida. La clara densa, firme y gelatinosa es propia de un huevo recién puesto. A medida que el huevo envejece, pierde firmeza, y va siendo más líquida. Cuando las dos partes de la clara son difíciles de distinguir, es señal de que ese huevo ha perdido su frescura.

– La forma de la yema

 El corazón nutricional del huevo también nos da pistas acerca de la frescura de este alimento. Un huevo fresco es claramente reconocible por su yema semiesférica sobre la clara densa que destaca cuando la miramos de perfil. A medida que el huevo envejece, la yema pierde firmeza y se va aplanando cada vez más. A veces, la membrana de la yema se debilita tanto que puede romperse con facilidad al cascar el huevo. Por eso, observa que al cascar este superalimento, la yema mantenga su forma de cúpula.  ¡Es la señal indicada de que estás a punto de disfrutar un huevo verdaderamente fresco!

– La cámara de aire

La altura de la cámara de aire, es el parámetro con el que la normativa europea mide la frescura del huevo. La cámara de aire es la burbuja que se forma en el interior del polo más ancho del huevo entre la membrana y la cáscara. Esta burbuja se forma porque, con el tiempo, el huevo pierde vapor de agua por los poros de la cáscara y va entrando aire, que forma la cámara. Por lo tanto, a menor tamaño de la cámara de aire, mayor frescura del huevo.

– Las chalazas

En la estructura interna del huevo encontramos la chalaza, una especie de cordones blanquecinos que unen la yema a cada polo de la cáscara, y se rompen al cascar el huevo. Cuando estas pequeñas nubes o grumos densos de clara se ven adheridos a la yema es un buen indicador de la frescura del huevo que tenemos entre manos.

A medida que el huevo pierde frescura, las chalazas se vuelven menos firmes y se confunden con la clara, haciéndose difíciles de notar. Te haremos un pequeño spoiler y es que si el huevo es muy viejo la yema termina incluso pegado a la cáscara. Por tanto, este no es un huevo apto para consumir.

Si compras huevos producidos en granjas europeas tendrás la certeza de que  consumes un alimento seguro, ya que gracias al Modelo Europeo de Producción (MEP), cada huevo fresco es cuidadosamente seleccionado, clasificado y envasado, asegurando que llegue a tus manos con toda su calidad. ¡Disfruta de un sabor incomparable y frescura garantizada en cada bocado!