Las granjas sostenibles producen huevos sostenibles: el Modelo Europeo marca la diferencia a nivel global
¡Hola, amantes del planeta y la alimentación sana! Hoy vamos a hablar sobre cómo las granjas europeas marcan la diferencia en la producción de huevos: apostando por la sostenibilidad, uno de los pilares del Modelo Europeo de Producción. ¡El más exigente del mundo!
Las granjas avícolas en Europa aplican medidas innovadoras para reducir su huella ambiental y producir huevos sostenibles.
Instalar paneles solares, reducir las pérdidas de agua y las emisiones de gases contaminantes, valorizar los subproductos y reducir el desperdicio son acciones que demuestran que se puede producir huevos sostenibles sin sacrificar la sanidad ni el bienestar de las gallinas. ¡Un aplauso para nuestros productores!
Y, lo mejor de todo, este enfoque en la sostenibilidad no solo beneficia al planeta, sino también a las comunidades locales y a la economía en general. Al reducir su huella ambiental y aplicar técnicas de producción eficientes, las granjas contribuyen al desarrollo sostenible a largo plazo, a una actividad económica estable en el medio rural y al bienestar de las generaciones futuras. ¡Un win-win para todos!
Además, las granjas de más de 40.000 gallinas ponedoras tienen una Autorización Ambiental Integrada, lo que significa que reducen las emisiones al aire, el uso de agua y de la energía y gestionan correctamente sus subproductos y residuos. Desde el manejo de las instalaciones hasta el de las deyecciones de las aves, estas granjas utilizan las Mejores Técnicas Disponibles (MTDs), que aseguran un menor impacto ambiental de la instalación. ¡Cero daños al planeta, gracias!
¿Qué son las Mejores Técnicas Disponibles (MTDs)?
Se refieren a las tecnologías más eficientes y sostenibles en varios campos:
1. Consumo de agua y energía
Las MTDS en este punto son la iluminación y ventilación de bajo consumo, el uso de energías renovables (paneles solares, por ejemplo), programas de luz adecuados o detección y reparación de fugas de agua, que, por otra parte, resultan también medidas de interés económico para las empresas.
Mantener registros de uso de agua, unos bebederos adecuados y en correcto funcionamiento, evitar las superficies sucias en los patios para reducir las aguas residuales, minimizar el uso de agua de limpieza… son también MTDs.
2. Alimentación
Las gallinas de razas comerciales que hay en las granjas de puesta son muy eficientes en el uso de los alimentos. Pero necesitan cubrir sus necesidades nutricionales para poner casi un huevo al día. Se consigue gracias a una alimentación que se adapta a la edad de las aves y a los diferentes momentos de producción. La proteína de la dieta se ajusta a niveles mínimos, evitando así que se excrete nitrógeno excedentario. Para completar la alimentación, se añaden aminoácidos esenciales y correctores minerales y vitamínicos especiales para que las gallinas puedan reponer cada día los nutrientes que necesitan para mantener su propio metabolismo y para producir un huevo. También algunas enzimas que mejoran la digestibilidad de los alimentos y reducen la pérdida de Fósforo en las heces. ¡Así se consigue el mayor aprovechamiento de las materias primas!
Gracias a la innovación en la alimentación animal, hoy la producción de huevos es más sostenible que nunca. ¡Hoy las aves necesitan menos alimento que nunca para producir más huevos! Eso significa menos impacto ambiental y una producción más eficiente. De hecho, el huevo se considera el alimento de origen animal con menor impacto ambiental en su producción. Y es gracias a las mejoras continuas en genética, sanidad, alojamiento, nutrición y manejo.
3. Gestión de residuos
Las granjas tienen emisiones mínimas por su control ambiental (especialmente en sistemas cerrados, sin salida al aire libre) y por la gestión eficiente de subproductos y residuos como huevos rotos, restos de productos biocidas, medicamentos y sus envases, bombillas o envases, que se entregan normalmente a gestores y usuarios finales. Una de las MTDs en este aspecto son las jaulas, por la mayor facilidad de control y manejo de las condiciones ambientales y porque las aves consumen menos alimento, al moverse menos, y por ello, hay menor gasto de nutrientes y también menos emisiones al medio ambiente.
Debemos hablar del principal subproducto que se produce en la granja: la gallinaza. Esta proviene de las deyecciones de las gallinas, y resulta ser un arma secreta para mejorar la calidad del suelo. ¿Cómo? Porque las gallinas, además de nitrógeno y otros nutrientes, aportan materia orgánica en su estiércol, un elemento esencial para mejorar la fertilidad del suelo. Por eso, la gallinaza se usa como un fertilizante con el que ¡el suelo sale ganando!
Normalmente, las granjas entregan a gestores autorizados el estiércol, y también a productores agrarios para abonar sus cultivos.
¿Cuál es el sistema de producción más eficiente?
En España, el 67% de la producción de huevos se hace en jaula acondicionada, el sistema más sostenible de los cuatro autorizados en la Unión Europea ya que requiere menos recursos (suelo, agua, alimento, gallinas, mano de obra…) que el resto de sistemas (gallinas sueltas en el gallinero, camperas y ecológicas) para producir la misma cantidad de huevos.
Además, la producción y el consumo de huevos son compatibles con una alimentación responsable. Los huevos son fáciles de conservar, se pueden preparar de mil maneras diferentes y su producción respeta el entorno. ¡Es todo un win-win para el planeta y para nosotros!
En resumen, el huevo y el sector avícola son claves para avanzar hacia una producción de alimentos más sostenible y saludable. ¡Seguiremos apostando por las prácticas más sostenibles para hacer del mundo un lugar mejor para todos!